PERDIDO
Pensamos en el control que debemos tener con nuestros actos, perfeccionismo de escuadra y cartabón. Nos culpamos de no obtener el éxito deseado y seguimos el Norte que se supone que nuestro raciocinio debe seguir, pero, ¿Porqué? Siempre tratando de agradar a los demas, es lo que esperan de nosotros. Miramos atentos a nuestra brújula para no salirnos del camino. Dentro, en el centro, alguien se retuerce asustado, lleno de pánico por sentirse perdido, sin rumbo. ¿Y ahora qué? Un símbolo, una referencia: una amapola, roja que nos invita a la acción. Nos arrepentimos de lo que no hacemos, no de lo que hemos hecho...ENCUENTRO
Utilizando un boli, desde siempre, compañero fiel, siempre cerca. Así son mis ilustraciones actuales, cercanas, con gran calidez humana y colores básicos que no nos distraen del mensaje que nos aportan las ideas... Pero. ¿Cómo se desencadenan las ideas frente al blanco de nuestra vida? Es entonces cuando, después de un lápiz, se presenta una marca definitiva; el bolígrafo. Pero tachamos y deseamos que esa experiencia pudiera haberse desencadenado de otra manera. Si así es la tinta caprichosa de nuestro día a día. Tal vez no. Es hora de darse cuenta que somos dueños de cada línea y situación en nuestra vida, asumamos el reto de dibujar sin borrar, digamos si a actuar y vivenciar en lo real y observemos lo que pensamos, seamos dueños del destino y no lo dejemos al azar.
No busquemos, encontrémonos de nuevo, volvamos al punto de partida. Nacemos y morimos constantemente, que las constelaciones nos acompañen dándo las pistas para que en el próximo giro del trazo, nuestra historia se deslice sobre el papel de los triunfadores que empiezan a estar despiertos, sin miedo a la goma de borrar, no mirar al pasado y seguir en ese presente que nos brinda el gesto de ser, de existir.
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